martes, 16 de julio de 2013

HACE 22 AÑOS...

Tal día como hoy, 16 de julio, pero de 1991, fue un día muy importante en mi vida. A las 3 de la tarde y con un calor asfixiante en un aula de la Escuela de Magisterio de Valladolid, me examinaba por primera vez de las oposiciones a maestro por la especialidad de Ed. Musical. Pocos auguraban que pudiese aprobar el temido examen a la primera, pero lo conseguí. Con 21 años ya tenía un trabajo fijo de docente que, si las cosas no cambian en el futuro, continuará hasta mi jubilación.

La alegría entre familiares y amigos fue enorme. Durante los primeros 5 años estuve destinado en tres poblaciones de Castilla y León y Asturias: Ciñera de Gordón, Ponferrada y Tapia de Casariego. Muchos alumnos, ya ahora hombres y mujeres con más de 30 años, pasaron por mis manos, enseñándoles Música y Ciencias Sociales de la extinta EGB. En esos años viví experiencias que me marcaron a nivel personal, la más importante realizar y acabar en 1993 el Camino de Santiago después de 900 kilómetros de recorrido a pie desde Borce (Francia) a Compostela.

También tuve mi primer amor, que duró poco y fue tormentoso, pero allá por 1995 conocí a la persona que cambiaría mi vida para siempre y de la que sigo profundamente enamorado; en 1996 me casé con ella, constituimos una familia y la llevamos adelante. Desde 1997 a 2010, ya en Galicia, pasé por varios colegios y nos establecimos en Padrón, donde nacieron mis hijos. Fueron años muy felices, con nuestros altibajos tanto personales como económicos, la vida misma. Ribeira, Padrón, Catoira y Ordes fueron las localidades donde impartí clase. En Padrón pudimos comprarnos nuestro primer piso y allí conocimos a nuestra segunda familia, con la que nos sentimos queridos y respaldados en las buenas y en las malas. En 2006 nos trasladamos a Coruña y la vida continuó hasta que en 2010 apareció la oportunidad holandesa que dio origen a este blog.

Muchas personas pasaron por nuestras vidas, unas se quedaron para siempre con nosotros y otras no hemos vuelto a saber de ellas. Los que nos quieren siguen estando ahí, especialmente ahora a raíz de lo acontecido hace tres meses. No es fácil resumir en pocas palabras 22 años de tu vida, media vida. Ahora, una nueva etapa comienza para mí, hay dos hijos de los que sentirse orgulloso y por los que hay que continuar haciendo sacrificios para sacarlos adelante. A partir de ahora ya no habrá una posición económica desahogada, pero creo que es importante reconocer que en la vida hay cosas más importantes que lo estrictamente material: el amor, el cariño, que lo vence todo y nos hace personas más felices o por lo menos se intenta. No puedo decir que esté ahora en el culmen de la felicidad porque no es así, pero espero que, por lo menos, pueda pasar otros 22 años de satisfacciones en el trabajo, de alegrías en la familia y de buenos momentos. Sé que, igual que se han ido para siempre personas muy queridas, se irán otros, tal vez incluso nosotros (somos jóvenes y espero que no), pero que habrá una luz que seguir en los momentos duros como el actual.

No me gusta citar nombres de personas que influyen o influyeron en mi vida, han pasado muchas y sería injusto citar solo a unas pocas. Yo sé que muchas de ellas están ahí en estos momentos de inestabilidad emocional, así que hoy este pequeño recordatorio de amistad y afecto va para vosotros: en Ciñera, en Ponferrada, en Tapia, en Padrón, en Catoira, en Ordes, en Holanda y en otros lugares de España sé que hay mucha gente en estos momentos pendiente de mí y de mi evolución. Espero salir adelante, disfrutar de vuestra amistad y de vuestro cariño, hospitalidad y comprensión. Lo intentaré y, como todo sacrificio, espero tener una recompensa, no económica ni mucho menos, sino personal y emocional que me haga ser, todavía, mejor persona de lo que creo ya soy, con mis defectos y mis virtudes que muchos de vosotros habéis aguantado durante todos estos años. Desde aquí, un abrazo a todos.


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