viernes, 11 de agosto de 2017

CITA A CIEGAS

El verano es una época en la que las relaciones amorosas aparecen con más frecuencia. Siempre existió un "amor de verano" que a lo mejor se convirtió en el amor de tu vida o simplemente fue una relación pasajera. Sí, yo también lo tuve pero esa es otra historia que no viene al caso.

A medida que evoluciona la tecnología las personas buscan otras alternativas para "ligar". Si en mi adolescencia y juventud aquellas discotecas de sesión juvenil (de 7 a 10) tenían un momento para las "lentas" y poder entrarle a una chica, hoy el botellón y el "rollo fácil" y sin compromiso parece ser lo más habitual. Pero al final mucha gente de todas las edades recurre a Internet o a fórmulas más mediáticas. Desde el verano pasado existe en la parrilla televisiva un programa que ha arrasado en los índices de audiencia y que muchas veces me pongo a verlo por varios motivos. 

El primero porque ha ayudado mucho a visibilizar todos los tipos de amor. Si España ha sido uno de los primeros países en legalizar el matrimonio homosexual y tolerar las parejas del mismo sexo, su visibilización en los medios de comunicación e interiorización en la sociedad es un proceso más lento. En "First Dates" (que así se llama el programa) el trato totalmente normalizado y con un respeto exquisito a las parejas homosexuales, en las mismas condiciones que las heterosexuales (como evidentemente debe ser) es, a mi modo de ver, admirable. A lo mejor los colectivos LGTBIQ encuentran fallos o son más críticos, pero yo valoro muy positivamente la valentía tanto del programa como de los candidatos y candidatas que acuden a él y hablan de su orientación con la naturalidad que requiere.

En segundo lugar me gusta porque es un programa que sale del amarillismo y que, a pesar de dar ciertas dosis de espectáculo porque es televisión, trata a las parejas con cariño e intentando que alcancen su objetivo, que es conseguir el amor. Ver que hay candidatos y candidatas desde los 18 años hasta los 80 o más (el otro día salió un abuelo de 84 años) es de lo más llamativo, porque indica que la gente realmente busca tener a alguien con quien compartir su vida, a pesar de cualquier circunstancia de su vida. Y escuchar las conversaciones es todo un ejercicio sociológico. Desde la impulsividad de los jóvenes sin miedo a nada y con toda la vida por delante a la madurez de los que tienen 50 o 60 y la ternura de los ancianos. Imagino que entre los perfiles que escogen habrá una selección exhaustiva y variada para tener a la audiencia expectante, pero analizar el éxito de un programa como este es también para reflexionar sobre cómo se enfoca hoy una relación y lo que significa.

Ni que decir tiene que personajes también han salido y de vez en cuando en las redes sociales crucifican a alguno o alguna por sus comentarios fuera de lugar, bien por vejatorios, macarras, chulescos o despreciativos. De todo hay en la viña del señor. Y a veces también recurren a personas famosas que o bien buscan pareja o bien llaman para dar una sorpresa a alguien y darle más color al programa. Por supuesto, los presentadores, encabezados por uno de los reyes de la comunicación televisiva de los últimos años que es Carlos Sobera, antiguo profesor de universidad, forman parte también de ese cóctel de éxito de un programa por el que al principio nadie daba un duro.

Muchas veces comento en tono de broma que yo debería apuntarme al casting. No lo haré jamás porque me moriría de vergüenza, pero he de confesar que me he imaginado los temas de conversación o situaciones que se podrían originar. Lo cierto es que a veces estoy cenando y por no soportar otros programas en televisión pongo "First Dates" y observo. Observo comportamientos, comentarios, lenguaje no verbal, actitudes y emociones. Y a veces también me emociono yo . Lo frustrante es que como espectador a veces haces tu vaticinio de si una pareja continuará o no después de la cita a ciegas y cuando sale un "NO" después de tener, bajo tu punto de vista, una cita ideal, te quedas con la reflexión del tipo "¿pero que quiere esta chica o este chico, si forman la pareja perfecta?".  Lo curioso es que muchas de las razones que dan después de un "NO" es "que no siento lo que tenía que sentir" y que generalmente en lenguaje coloquial hace referencia a la expresión de sentir "mariposas en el estómago".

Personalmente yo no sé si llegaré de nuevo a sentir esas mariposas. Sé que viví enamorado y que con el paso de los años el amor se vive de otra manera, no con el ímpetu de los 20 o 25 años. Hace pocos días estuve con un amigo que me dijo una frase que me gustó y comparto al 100 % su reflexión. Tuvo una pareja hace ya muchos años pero la relación acabó. Ha tenido otra pareja recientemente y un día le dijo que, para él, aquel amor que tuvo fue especial y siempre tendrá un hueco importante en su corazón y que el amor que sentía por esa persona y en aquel momento de su vida está seguro que no lo sentirá con nadie que llegue de nuevo a su vida, a pesar de que puede querer y amar igualmente. Su pareja actual no entendió esa perspectiva y acabaron dejándose. Yo no puedo decir que no me vuelva a ocurrir a mí, pero la madurez y la "mochila" que llevamos de experiencias vitales te hace más reflexivo, más cauto, menos impulsivo, más empático y menos tolerante con las personas que llegan a tu vida, sea para compartirla toda o solo una parte. He tenido alguna relación después de mi divorcio, volví a ilusionarme con el amor y con compartir emociones, sentimientos, alegrías y penas, pero también me doy cuenta que la persona que ocupó mi vida casi 20 años y con la que llegué a formar una familia y tener un proyecto vital siempre estará en una parte de mí, al igual que están mis hijos y la persona que quiera compartir esos momentos de mi vida tiene que entenderlo y aceptarlo, al igual que yo la suya, evidentemente. Y si no, siempre nos quedará "First Dates" ;)



3 comentarios:

  1. Entiendo perfectamente el "no siento lo que tengo que sentir" Yo he tenido muchas, muchísimas citas. He conocido chicos super majos, con los que he conversado un montón durante un café.....pero no fui a segunda cita con ninguno de ellos porque me faltaba un algo....ese algo apareció con el tulipán, mi actual pareja :)

    En cuanto a salir por la tele...uff no me veo

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    1. Déjate de sentir lo que tengas que sentir y ponte a parir artículos en el blog (exigente lector strikes back :-))

      Ahora más en serio: con la edad, por una parte se nos acentúan ciertas cosas, mientras que, a la vez, aceptamos otras.

      "Esas mariposas" que la gente echa de menos es la inmadurez para manejar las emociones, la cual juega con nuestros sentimientos y sensaciones (la nostalgia hace el resto y, sobre todo, los falsos recuerdos).

      Decía Antonio Gala que el amor es un carnicero, que corta narices, aumenta pechos y nos hace ver cosas maravillosas en la otra persona.

      Con la edad, quizás, el carnicero se va a casa a dormir la siesta y lo que nos queda es la experiencia de la vida.

      El amor es químico: hormonas e impulsos eléctricos que nos hacen sentir lo que, por más que estudiemos la mecánica cuántica y lo que queramos, la naturaleza ha programado en nosotros (no por nada, los orgasmos son placenteros: todo tiene un sentido práctico orientado al fin de la supervivencia de nuestros genes).

      Richard Dawkins, damas y caballeros :-))

      Y al señor propietario de esta bitácora: si te veo en un programa de estos intentando meterle fichas a alguna gachí, amenazo con difundirlo en el blog :-)))))

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  2. Con lo práctica que soy yo, créeme que la cosa no iba de mariposas...

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