sábado, 30 de diciembre de 2017

EL RÉGIMEN DEL 78

Estoy con ganas de acabar el año en plan protestón, así que allá va el último post, de carácter político (lo siento Paquito, pero toca porque sí).

Resulta que España es una dictadura. Sí, una dictadura gobernada por fachas que no permiten los más elementales derechos. Eso al menos es lo que están diciendo desde hace unos meses muchos nuevos políticos y políticas. A raíz de la situación en Cataluña, todo aquel que no defienda con uñas y dientes el derecho a independizarse de los catalanes es un facha. Y la Constitución de 1978 es una constitución que no da derechos y libertades, aparte de perpetuar un régimen que empezó en 1939 y del que tenemos a la monarquía como máxima expresión de restricción de esos derechos y libertades.

A ver si lo he entendido bien porque hay cosas que en muchos aspectos a estos nuevos políticos sinceramente se les va la olla. Yo nací a finales de 1969, en una dictadura cruel en el que las mujeres, por ejemplo, no podían abrirse una cuenta bancaria por sí mismas si no iban acompañadas de su marido, padre o hermano y figurando él también en la cuenta. Creo que desde 1978 esto no pasa, pero en fin, vivimos en una dictadura; en los primeros años de los 70 los partidos políticos estaban ilegalizados, no había PSOE, mucho menos PCE porque todos eran "rojos" y los grandes enemigos de aquella España "una, grande y libre". Ni por asomo PNV, Convergéncia Democrática de Catalunya o ERC, (¿partidos en regiones que hablan otro idioma que no sea el español? ¡No, no, ni pensarlo!) En los primeros meses de la transición se fueron legalizando para que pudiesen concurrir a las primeras elecciones democráticas (¡ay!, perdón, que estamos TODAVÍA en una dictadura) y obtuvieron representación parlamentaria. De ahí salieron los representantes encargados de redactar la Constitución actual que parece ser, tampoco es democrática para muchos.

Con esa constitución se reconoció el derecho de asociación, de huelga, la libertad de cátedra, de confesión, de orientación sexual, de residencia, la inviolabilidad del domicilio, el derecho a la educación, la libertad de prensa... La posibilidad de poder establecer nuestra residencia en cualquier punto de España, movernos libremente (¡ay, perdón otra vez, que es que no somos "libres"), salir al exterior, poder expresarnos sin temor a que nos encarcelasen por ello, derecho a ser juzgado imparcialmente, etc., pero seguimos estando en una dictadura.

Bien es verdad que han pasado 40 años, que la sociedad española ha cambiado mucho, ¡vaya si ha cambiado! (a pesar de estar en una dictadura, como nos dicen algunos), y que hay cosas que se pueden cambiar o mejorar. Cuando fue el referéndum de la Constitución yo acababa de hacer 9 años y lógicamente no la voté, pero tengo la imagen de mi padre leyéndola sentado en su butacón del salón  y de ir a votar con él y con mi madre. Aún tengo aquel ejemplar que llegó a todos los buzones de España en edición bilingüe en las regiones con lengua propia... porque sí, se reconocía el derecho y el deber de conocer esas lenguas regionales y de poder expresarse en ellas sin ser discriminado. Claro que hay cosas que cambiar en ella, sobre todo porque yo también quiero votar una norma fundamental que rija todas las leyes y convivencia en mi país... aunque siga siendo una "dictadura" (ya lo pongo entrecomillado porque empieza a darme risa)

En 1981 se aprobó la primera ley de divorcio, se despenalizó el aborto unos años más tarde en determinados supuestos, el adulterio, la gente podía relacionarse y acostarse con quien le diese la gana, cambió el concepto de familia tradicional y hoy tenemos un amplio abanico de familias. Aprendimos idiomas, estudiamos en otros países, nos integramos en Europa, organizamos eventos de repercusión internacional como un Mundial de Fútbol, unos Juegos Olímpicos o una Exposición Universal, pero todo esto en una "dictadura"

La educación se universalizó y se hizo obligatoria hasta los 16 años; España fue el tercer país del mundo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo; se terminó el servicio militar obligatorio y el Ejército se profesionalizó; se avanzó en leyes medioambientales, en derechos para los animales, la cultura española creció con premios en cine, música, arte... y todo esto en una "dictadura".

Es indignante oir a determinados políticos preferentemente independentistas catalanes que hay que acabar con el "régimen franquista del 78". Es indignante hacer creer a 45 millones de españoles que 2 millones de ciudadanos catalanes tienen la verdad absoluta y la potestad de abrirnos los ojos a la realidad del resto. Y sobre todo es indignante oír a los que precisamente no vivieron la dictadura ni la sufrieron, que el Estado Español es un estado "fascista" con el que hay que romper porque no permite la expresión libre de la identidad catalana (en este caso), siendo precisamente ese "régimen del 78" el que les concede la libertad de poder expresarla.

Yo ya he expresado mi opinión en el blog sobre todo el procès catalán. Reafirmo mi idea de reformar la Constitución y adaptarla al s. XXI, no ya solo por nosotros, sino por los que vienen detrás. Cuestiones precisamente como la organización territorial, la Jefatura del Estado, la financiación, la garantía de derechos y libertades inalienables, la composición y estructura de las Cortes, la ley electoral... deben ser cambiadas o por lo menos, revisadas. Yo defendí y lo seguiré haciendo el derecho a que una colectividad pueda decidir con quien quiere convivir o con quien no, es decir, SÍ estoy a favor de un referéndum legal en Cataluña por su autodeterminación, igual que a otro para decidir si España es una monarquía o una república. Pero lo que ha ocurrido en este año que se acaba en Cataluña es, cuanto menos, un circo, sobre todo por determinados protagonistas que curiosamente no están en prisión o huídos, aunque el autoproclamado presidente legítimo de la Generalitat, Carles Puigdemont, esté viviendo desde hace dos meses en Bruselas imagino que a cuenta del pueblo catalán (también es cierto que hay un vicepresidente en la cárcel que no debería estar).

Ni estoy de acuerdo en cómo el gobierno del Partido Popular llevó la gestión de este desafío, porque lo ha hecho de pena y hemos llegado a esta situación única y exclusivamente por su culpa, ni tampoco lo estoy con la manera en cómo se ha enfocado desde Catalunya. Por supuesto defiendo que alguien quiera independizarse, de hecho hay una realidad de 2 millones de personas que así lo han manifestado y no se pueden obviar, pero los argumentos que exponen son si cabe más dictatoriales que los que pretenden demostrar del Estado Español. Porque una diputada de las CUP, Anna Gabriel, ha manifestado que cuando haya una Constitución de la República Catalana habrá libertad. ¿Y si algún catalán, en un futuro, quiere saltarse esa supuesta constitución como han hecho ellos con la española, tendrán su castigo, se les dejará o no? Porque hay un 53% de catalanes que no quieren la independencia y aún siguen diciendo que son mayoría, mi pregunta es, ¿los van a meter en ghettos y señalarlos o van a tener LOS MISMOS derechos que aquellos catalanes que sí aprueben esa supuesta nueva constitución catalana? Visto lo visto, los gestos, actitudes y palabras, me temo que no.

Imagino que si algún amigo, amiga o familiar catalán o catalana lee este post me contestará diciendo "es que en España tenéis la información manipulada". Hombre, yo espero que confíes en que trato de informarme objetivamente, lo que no creo que metidos en esa espiral en la que estáis y con la que no tenéis nada que perder (o sí) y tal vez mucho que ganar (o no) lo estéis haciendo vosotros y vosotras. Yo sé que pedís infraestructuras adecuadas, más financiación y más respeto por vuestra cultura. Desde Galicia solo deciros que ojalá aquí pudiésemos llegar en AVE a Madrid en dos horas y media como llegáis vosotros o coger un avión en un aeropuerto de primera que me comunique con prácticamente todo el mundo sin pasar precisamente por Madrid o Barcelona. Nosotros tenemos Portugal, que nos "mola" mucho, aunque a vosotros os parezcan "atrasados" y prefiráis acercaros a la "cultura" francesa. Muy bien, pero eso de que nos veis como hermanos y que no queréis tener una relación de enemigos con España... desde luego no lo estáis demostrando en los últimos meses. Ojalá sea así.

En definitiva, os deseo a todos, catalanes y botiflers, un FELIZ ANINOVO 2018, que poidamos seguir convivindo en liberdade dentro de Iberia e que poidamos entendernos, eu pola miña contribución persoal estou disposto, agardo que vós tamén... MÁDIA LEVA!!!!!





2 comentarios:

  1. El "Régimen del 78" fue un proyecto político para estructurar España desde el consenso.

    Se evitó a toda costa que la mitad de la sociedad instaurase un sistema político según su programa de máximos, sobre la otra mitad, convirtiéndoles en ciudadanos de segunda según el principio del trágala o si no, ahí tienes la puerta del ostracismo o la del exilio.

    El problema de Cataluña tiene dos responsables bien claros.

    El primer responsable es el nacionalismo por un lado que desde el principio se ha dedicado a intoxicar a la sociedad vía medios de comunicación y educación durante 40 años, a base de manipulacion, medias verdades, victimismo, odio y racismo mal disimulado. Te aseguro que se de lo que hablo porque lo he vivido desde niña.

    El segundo reponsable lo han sido los sucesivos gobiernos españoles por omisión, porque en ningún momento se les ha parado los pies a los nacionalistas. Es más, se les han inundado los bolsillos de dinero, concesiones y privilegios de toda índole esperando que eso les acabara o bien saciando o bien desactivando en su permanente victimismo.

    Pero lo único que se ha logrado, es que cada vez suban mas la puja de sus exigencias, como un niño malcriado que por mucho que le des nunca tendra bastante y siempre pide más.

    La solución es bien clara, pero traumática, como al heroinómano que tiene que pasar la tortura del síndrome de abstinencia como primer paso para curarse de su enfermedad, el problema es a ver quién le pone ahora el cascabel al gato.

    ResponderEliminar
  2. Mira que te gusta tentarme...

    Y mira que me gusta entrar al trapo :-))

    Vayamos por partes: el régimen del 78 fue una transición de un sistema autoritario a un sistema democrático, en una sociedad que, después de 40 años de dictadura, un día se levantó en un sistema político diferente en apariencia, pero sin cambios profundos ni tradición alguna en ese sentido (los cambios sociales, vertiginosos, sucederían en los años siguientes).

    Sostengo y afirmo que en España nos faltó algo parecido a una revolución francesa: lo que tu alegas que provocó el franquismo, en realidad, se remonta al siglo XIX e incluso antes: las estructuras reales de poder no han cambiado en cientos de años en nuestro país (las clases dirigentes y el modelo clientelar, absolutamente piramidal, viene de muy lejos).

    ¿Hay que cambiar cosas? Sin duda: eso está claro... ¿Qué se hizo lo que se pudo en el año 78? Negar la mayor es una estupidez propia de revisionistas que pretender juzgar lo que allí pasó sin haber sido partícipes ("Se hizo lo que se pudo" es, sin duda, la mejor definición de lo que allí pasó).

    Hoy precisamente publicaba EL PAÍS que España incumple todas las recomendaciones del Consejo Europeo con respecto a medidas anti-corrupción: ésto se podría evitar, pero no hay voluntad política de los dos grandes partidos de nuestro país (de ideología diferente, por cierto) porque, simplemente, viven y perviven de precisamente de según qué actitudes.

    Por eso, cuando alguien dice que "tal partido", en realidad yo veo una visión parcial del problema: no es una cuestión de partidos, sino un problema sistémico, donde lo más importante es la supervivencia de las estructuras de poder establecidas por esos bloques políticos, con independencia de su signo (su primera labor es sostenerse en el poder y, a partir de ahí, la defensa de los intereses de aquellos que les sostienen o les apoyan).

    Con eso en mente y, con un país donde el nivel cultural da lástima (mis 20 días en España, estas navidades, viendo simplemente los canales gratuitos de televisión generalista, me mostraba abiertamente como se trata al espectador de retrasado mental, me dice bastante) crean un caldo de cultivo donde lo que se pretende es precisamente eso.

    Y cuando se produce alternancia en el poder, todo aquello que la oposición reclama que es malo, entonces se mantiene, porque, ahora en la posición de poder, les beneficia en su objetivo primario (la supervivencia y supremacía de sus estructuras).

    Cataluña no es más que una expresión local de dicho comportamiento: que el personal se lo crea forma parte del mal endémico que nos afecta (estructuras de poder absolutamente en connivencia con el poder económico que las sostiene, construidas sobre la base de la ignorancia y la inacción de un pueblo al que se ha sometido a una ignominiosa ignorancia a base de reformas educativas propias de repúblicas bananeras y un sistemático desprecio de la cultura como fórmula para elevar al pueblo hacia posiciones de pensamiento crítico).

    No hay más...

    ResponderEliminar